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Escuelas de América Latina y el Caribe reciben equipamientos para garantizar alimentos seguros para los estudiantes

La estrategia conjunta entre ABC, FNDE, PNUD y FAO permitió la adquisición de kits para fortalecer la seguridad en la preparación y en la conservación de alimentos en escuelas.

La estrategia conjunta entre ABC, FNDE, PNUD y FAO permitió la adquisición de kits para fortalecer la seguridad en la preparación y en la conservación de alimentos en escuelas.

Brasilia, 27 de abril de 2021 – El regreso a las escuelas en la pandemia también representa la oportunidad para que muchos estudiantes tengan acceso a una comida nutritiva y saludable. Sin embargo, la realidad de este regreso presencial a las escuelas, a nivel mundial, ha estado marcada por la preocupación por la seguridad, especialmente en el manejo, conservación y preparación de la alimentación escolar. 

Con el objetivo de garantizar la seguridad de millones de niños, así como de los alimentos consumidos en el entorno escolar, que la Agencia Brasileña de Cooperación del Ministerio de Relaciones Exteriores (ABC/MRE), el Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación (FNDE), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), organizaron acciones bajo la “Estrategia Conjunta para Fortalecer los Programas de Alimentación Escolar Sostenible (PAES) en América Latina y el Caribe (ALC) – ambiente seguro durante y post-pandemia”. 

La iniciativa fue implementada en el marco de la Red de Alimentación Escolar Sostenible (RAES), con 11 países de la región: Belice, El Salvador, Honduras, Granada, Guatemala, Guyana, República Dominicana, Perú, Paraguay, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas. 

La RAES fue creada por el gobierno de Brasil en 2018 en el marco de la Década de Acción de las Naciones Unidas para la Nutrición (2016-2025) para apoyar a los países en la implementación y reformulación de programas de alimentación escolar, basados ​​en el acceso y en la garantía del derecho a una alimentación adecuada. 

La estrategia conjunta, realizada en el marco de los proyectos “Cooperación Sur-Sur para el Fortalecimiento de Programas de Alimentación Escolar Sostenible en Países en Desarrollo” y “Consolidación de Programas de Alimentación Escolar en América Latina y el Caribe”, tuvo como objetivo estimular y facilitar la planificación e implementación de un proceso seguro de reapertura escolar, de acuerdo con las normas y protocolos elaborados por las autoridades de educación y salud de cada país. 

Un evento remoto, dividido en dos días, cerró la primera fase de las actividades programadas para la estrategia: el equipamiento de las escuelas con kits de higiene de manos, conservación (refrigeradores) y preparación y suministro de alimentos (utensilios de cocina), seleccionados por cada una de las aproximadamente 600 escuelas beneficiadas en esos 11 países, según las necesidades específicas de cada una.  

Los kits servirán para reducir las posibilidades de propagación del COVID-19, por medio de prácticas adecuadas de higiene de manos, y para promover la oferta de alimentos saludables, marcados por el consumo de productos frescos, ricos en vitaminas y otros nutrientes que favorezcan la promoción de la salud de los estudiantes.  

La estrategia también contará, en la fase II, con acciones de capacitación para profesionales en áreas como protocolos de seguridad, calidad e higiene en la implementación de programas de alimentación escolar durante y post-pandemia. 

América Latina 

El 13 de abril se realizó un evento virtual para finalizar la entrega de kits a seis países de América Latina (El Salvador, Guatemala, Honduras, Paraguay, Perú y República Dominicana), con la presencia de cerca de 80 participantes, entre ellos, representantes de cada país y autoridades del Gobierno brasileño y organizaciones asociadas. 

El embajador Ruy Pereira, director de la Agencia Brasileña de Cooperación (ABC), inauguró el acto recordando que la conclusión de esta primera fase de la estrategia conjunta reflejó efectivamente el nuevo significado del verbo cooperar, especialmente en el contexto de la pandemia. El director señaló que, en el actual y complejo escenario, el tema de la alimentación escolar tiene aún más relevancia en las decisiones estratégicas de carácter internacional.  

“En nuestra cooperación sur-sur trilateral con organismos internacionales, el tema de la alimentación escolar siempre ha sido considerado prioritario y fundamental para la lucha contra el hambre, para el desarrollo económico, por medio de la dinamización de cadenas productivas vinculadas a la agricultura familiar, y también para la promoción del Derecho Humano a la Alimentación”, dijo. También destacó el papel del FNDE en compartir el Programa Nacional de Alimentación Escolar (PNAE), con sus 66 años de existencia, mediante proyectos de cooperación internacional. 

Según Bruno Costa, representante de FNDE, la adquisición de kits es parte de un proceso que ya se lleva a cabo entre el Gobierno brasileño y los países de la región, con el apoyo de la FAO y el PNUD. “Este es el resultado de una gran alianza para fortalecer la Red de Alimentación Escolar Sostenible (RAES), algo que resultó especialmente relevante, en el contexto de la pandemia, para garantizar la reducción de la pobreza como impacto del COVID-19”. 

Katyna Argueta, representante residente del PNUD en Brasil, recordó que los programas de alimentación escolar garantizan la alimentación de unos 85 millones de niños en América Latina y el Caribe, lo que es considerado uno de los principales derechos humanos, junto con la educación, y que ambos derechos se vieron afectados negativamente por el cierre de escuelas durante la pandemia. Argueta señaló que el regreso seguro a clases sólo es posible gracias a la participación activa de los directores y trabajadores de las escuelas y comunidades locales. “Este evento es un reconocimiento al esfuerzo de todos los que trabajaron para mejorar la política pública local y una respuesta integrada a los desafíos de la pandemia «. 

Rafael Zavala, representante de la FAO en Brasil, afirmó que la cooperación entre el Gobierno de Brasil, por medio de ABC y FNDE, con el PNUD, la FAO y con los gobiernos de los países beneficiarios cristaliza la solidaridad y da un nuevo sentido a la cooperación en el continente.  

“Es un fuerte clamor, liderado por Brasil, para que los países prioricen y promuevan los programas de alimentación escolar como políticas públicas de amplio espectro donde, además de distribuir alimentos saludables en las escuelas, se promueva la inclusión económica mediante la compra pública de alimentos a la agricultura familiar, la inclusión social, con la participación de los padres y las comunidades; y que se impulse la creación de empleo, principalmente para las mujeres”.  

El representante de la FAO destacó la necesidad de construir circuitos cortos de comercialización para fortalecer la identidad territorial mediante el consumo de alimentos locales. Asimismo, reafirmó el compromiso de la FAO en seguir impulsando políticas públicas orientadas a la seguridad alimentaria y nutricional, buscando el desarrollo sostenible. 

La representante del Ministerio de Educación de Guatemala, Jeannette Cacacho, agradeció a su país por participar en la iniciativa y reforzó que, como en otros países de la región y en Brasil, el programa de alimentación escolar en Guatemala no fue suspendido durante la pandemia. «Seguimos entregando alimentos en bolsas de alimentos a las familias, beneficiando a 2,5 millones de estudiantes». 

Caribe

La entrega formal de kits a los países del Caribe (Belice, Granada, Guyana, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas) tuvo lugar el 20 de abril y contó con la presencia de los puntos focales de esos países, así como embajadores de Brasil en las capitales del Caribe. 

La coordinadora general del Programa Nacional de Alimentación Escolar (PNAE), del FNDE, Karine Santos, habló sobre la importancia de la estrategia conjunta en el marco del fortalecimiento de los Programas de Alimentación Escolar en América Latina y el Caribe, reforzando un panorama de cómo actúa el PNAE en diferentes frentes. 

Karine señaló que el programa tiene como objetivo apoyar a los países en sus políticas de alimentación escolar, mediante diversas acciones como intercambio de experiencias, cursos a distancia, eventos en línea, además de un refuerzo continuo para la implementación de los objetivos que conforman las escuelas sostenibles, uno de los cuales es la atención a la infraestructura y la dotación de equipamiento y utensilios de cocina para las escuelas, eje en el que se realiza la acción conjunta.  

“Fue sobre este tema de infraestructura que reflexionamos y, a partir de una decisión ante el escenario pandémico, a principios de 2020, entendimos que sería importante avanzar con este tema dentro del proyecto de cooperación con la FAO y PNUD y, por lo tanto, comenzamos a planificar, preparar y ejecutar esta acción en el año 2020”, dijo. 

El director de acciones educativas del FNDE/MEC, Garigham Amarante, recordó que el éxito de la acción en 600 escuelas de los 11 países participantes sirve de modelo para futuras acciones en el ámbito de la Cooperación Sur-Sur. “Esta acción refuerza el entendimiento de que la infraestructura para ofrecer alimentación escolar es tan importante para las escuelas como la provisión de alimentos”. 

Currell Thompson, representante del Ministerio de Agricultura de San Vicente y las Granadinas, destacó que los equipamientos sirvieron para ayudar al país en la necesidad de fortalecer la infraestructura escolar local. Thompson dijo que el objetivo de la isla es crear y fortalecer una red a largo plazo con nuevos socios y preparar la nación para el nuevo escenario, con el regreso de los estudiantes a las escuelas. 

El 9 de abril, San Vicente y las Granadinas sufrió la erupción del volcán La Soufrière, lo que obligó a evacuar a unas 20.000 personas. El evento fue recordado por el director de ABC, embajador Ruy Pereira, quien aprovechó para expresar toda la solidaridad de la cooperación brasileña por la crisis humanitaria y económica que vive la isla caribeña. «Estamos examinando las posibilidades de asistencia humanitaria a las poblaciones de este país hermano, afectadas por el gran desastre natural».