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‘FAO puede ser un actor fundamental en el apoyo para implementar la política de alimentación escolar’

Para Ricardo Rapallo, Representante de FAO en Guatemala, es viable para cualquier país tener su propia política de alimentación escolar

Paulo Beraldo

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) puede ser un actor fundamental para apoyar a cualquier gobierno a desarrollar una política de alimentación escolar. Quien lo afirma es Ricardo Rapallo, hoy Representante de FAO en Guatemala y en la Organización desde el 2004. 

Antes de asumir la Representación de Guatemala, fue Oficial de Seguridad Alimentaria de la FAO y trabajó de manera muy cercana con la Cooperación Internacional Brasil-FAO en el apoyo a distintos países de la región en el diseño e implementación de programas de alimentación escolar (PAE). Y con base en esta experiencia, él no duda que es viable para cualquier país tener su propia política de alimentación escolar y los resultados positivos que esta acción puede generar. 

“Desde mi experiencia, el PAE es un elemento que debe estar incluido en cualquier estrategia de seguridad alimentaria y nutricional de cualquier país de la región”. Abajo, la entrevista completa. 

Como la FAO puede apoyar a los gobiernos en la organización e implementación de la política de alimentación escolar? ¿Cuáles son las posibilidades de apoyo?

La FAO ha mostrado a diferentes países que es un actor que puede ser fundamental para cualquier gobierno para desarrollar su programa de alimentación escolar. Por ejemplo, haciendo ver la importancia de alimentar adecuadamente a los niños, sabiendo que es un derecho humano, que la mejor inversión que puede hacer un país es alimentar adecuadamente a los estudiantes que van a ser el futuro y también preparar los futuros consumidores. Esta es una de las áreas que puede apoyar FAO. 

La segunda es mostrar que es posible, a través de programas de piloto y de experiencias que muestran efectivamente que en cualquier país es viable desarrollar un programa modelo de alimentación escolar, adaptado al país, pero que incluya los principios de alimentación saludable, incorporación del pequeño productor, la educación nutricional, entre otros componentes. 

Después, puede ayudar a generar evidencias, datos y cifras que muestran cómo es posible llevar a una escala nacional cualquier programa de alimentación escolar. Hemos trabajado con muchos países también en ese ámbito. También la FAO muestra que puede ser un actor fundamental en generar el diseño del programa, de la política, de la ley y de la reglamentación que hace viable desarrollar un programa a la escala nacional, que son los desafíos que tenemos, las escalas para llegar a todos los estudiantes. 

Luego, hay un desafío enorme en la implementación, donde la FAO puede apoyar a los países a encontrar instrumentos y mecanismos que hagan posible esta política. Y finalmente la organización también puede apoyar en el monitoreo, evaluación y análisis de los diferentes programas de alimentación escolar, identificando los cuellos de botella, lo que ha funcionado bien, lo que no está funcionando, para retroalimentar la propia política y mejorar su implementación. 

Y de acuerdo a su experiencia, que puede ser mejorado en este sentido de apoyo que puede venir desde FAO?  

Los PAE que está apoyando la FAO evidentemente son una oportunidad enorme para mejorar la nutrición, enfrentar todas las formas de malnutrición, dinamizar las economías locales y  generar consumidores bien informados en el futuro. Pero desde luego hay desafíos importantes en el área de cómo perfeccionar por ejemplo los instrumentos que faciliten que el pequeño agricultor se incorpore al programa y la adecuación de los menús a las condiciones a las características de cada territorio de los países. 

Y también todo lo que implica adecuar las instalaciones de los colegios para que se pueda preparar alimentos que las niñas y los niños puedan comer adecuadamente. Todo eso son áreas que implican enormes desafíos para los países y donde la FAO puede seguir trabajando para encontrar los instrumentos más adecuados para cada uno de los programas. 

¿Cuál importancia atribuye a los PAE como estratégias para la seguridad alimentaria y nutricional y para contribuir al acceso a dietas saludables? 

Desde mi punto de vista, de lo que venimos acompañando de muchos países en casi dos décadas en ALC, un programa de alimentación escolar es un elemento fundamental para cualquier estrategia que trate de garantizar el Derecho Humano a la Alimentación de todos los ciudadanos del país. 

El PAE aborda un periodo de construcción de consumidores donde los futuros actores del desarrollo del país pueden estar mejor alimentados. Por tanto, desde nuestra experiencia, un PAE es un elemento que debe estar incluido en cualquier estrategia de seguridad alimentaria y nutricional de cualquier país de la región. 

Y en términos de desarrollo local, ¿promoviendo las compras públicas de la agricultura familiar? ¿Cómo evalúa el potencial de desarrollo de este mecanismo? 

Las compras públicas de la agricultura familiar, al pequeño productor, a las asociaciones y cooperativas son fundamentales para dinamizar una economía local, para favorecer la inclusión de pequeños productores y de asociaciones en lógicas de mercado y de participación en el mercado público y en el privado. Creemos que es un elemento fundamental en esta nueva generación de políticas y programas que proveen alimentos a las niñas y los niños en edad escolar. 

Por ejemplo el caso de Guatemala, un país que a través de una política pública apoyada por FAO en su construcción hoy en día transfiere hasta 280 millones de dólares de presupuesto público a disposición de los pequeños productores para que puedan participar del PAE y posicionar sus alimentos que producen localmente a través de los esfuerzos de las familias. 

Un programa que, en la medida que sepamos favorecer las condiciones para que el pequeño agricultor y el agricultor familiar participen, significa todos los años 280 millones de dólares transferidos a nivel local. Y, por tanto, se convierte en una de las políticas sociales y productivas más importantes que se tienen en el marco programático y en el presupuesto público de un país como Guatemala, que enfrenta desafíos enormes en términos de desnutrición y malnutrición en todas sus formas. 

Cómo fortalecer las compras públicas, para facilitar, para lograr aún más cambios y transformaciones en los sistemas alimentarios?

Los desafíos son grandes. Tenemos países con leyes de alimentación escolar aprobadas hace casi 20 años que todavía están en el desafío de incorporar más pequeños agricultores en el sistema y en el programa. En la experiencia que hemos desarrollado en Centroamérica, hay áreas de mejora desde la producción, la inocuidad, la preparación en las asociaciones de pequeños agricultores para estar oportunamente vinculadas a la alimentación escolar en función de los menúes que se diseñan en las escuelas.

Estamos trabajando en varios países en los registros de agricultores. Esta es un área fundamental y se debe trabajar desde los ministerios, las instituciones de gobiernos, a nivel departamental, estatal y municipal, con los pequeños productores. Es necesario saber quiénes son y qué características deben cumplir para ser parte del programa. 

Es esencial observar los instrumentos que necesitan las instituciones del Estado para incorporar a los pequeños productores, proveyéndoles capacitación, asistencia técnica y, en algunos casos, financiamiento para que puedan favorecer algunos instrumentos organizacionales que les permita participar más en el PAE. Y también a través de mecanismos productivos, como la dotación de agua segura para poder producir alimentos inocuos y saludables. 

Son una diferente gama de instrumentos los que son necesarios poner a disposición del agricultor familiar, pero son instrumentos que favoreciendo esta inclusión en el PAE, pueden ser complementarios para incorporarse en mercados locales, abastecer a sus comunidades, municipios y pequeñas y medianas ciudades. 

Son desafíos naturales que a través de la alimentación escolar puede ser que se aceleren estos procesos de inclusión y participación en las cadenas públicas o privadas de comercialización de alimentos sanos, saludables, nutritivos que provienen de la agricultura familiar. 

Los PAE han estado sometidos a una enorme presión en los últimos años, pero fundamentalmente a raíz de la pandemia. Creíamos que se ponía en riesgo la visión de los PAE y los diferentes componentes de sostenibilidad que desarrollamos como FAO en ALC, pero la pandemia precisamente ha demostrado que los PAE eran aún más necesarios. 

En muchos países hemos visto que ha sido una de las principales políticas más importantes. Y se han visto diferentes modalidades para garantizar los alimentos a los estudiantes. El mayor reto ahora que estamos retomando la normalidad es como recuperar esa visión de PAE que provee todos los días alimentos saludables preparados en las escuelas. Cómo hacer posible que se retome esto con mayor vigor y aceleración, que llegue a todos los niños e incorpore la mayor proporción de agricultores familiares en todos los países.