Referencia en Brasil para la promoción de compras públicas de la agricultura familiar y el acceso a otras políticas públicas, la asistencia técnica también se ha convertido en una experiencia exitosa para otros países
Paulo Beraldo
Una alianza con el potencial de transformar la vida de los productores rurales y alimentar a millones de estudiantes. Esa es la definición de la unión entre la asistencia técnica y la política de alimentación escolar para Mariana Matias, directora ejecutiva de la Asociación Brasileña de Entidades de Asistencia Técnica y Extensión Rural, Investigación Agropecuaria y Regularización de Tierras (Asbraer).
En entrevista a la plataforma RAES, Mariana destacó el alto impacto que tiene la asistencia técnica en el Programa Nacional de Alimentación Escolar (PNAE) de Brasil, que atiende diariamente a 41 millones de estudiantes. Según ella, la asistencia técnica es el puente entre el PNAE y muchos productores que no tendrían acceso a esta política pública. Por ley, desde 2009, el PNAE adquiere el 30% de sus compras de la agricultura familiar, generando un importante mercado para miles de familias.
“Este apoyo de Brasil al PNAE es un referente importante y constituye una importante experiencia para ser difundida a nivel nacional e internacional”, evalúa. “Los técnicos que brindan asistencia hacen toda esta articulación para llevar las políticas públicas a muchos productores para que comercialicen su producción de la mejor manera. Y sabemos que la comercialización es uno de los mayores desafíos para la pequeña agricultura”, explica.
En 2022, Asbraer amplió su alcance y ya no representa sólo entidades públicas de asistencia técnica en los 26 estados brasileños y el Distrito Federal, sino que también pasó a recibir instituciones de investigación y regularización de tierras. “Nos abrimos para generar acceso a entidades, incluso internacionales, con miras a intercambiar información y hacer alianzas con diversas instituciones”.
Brasil cuenta con asistencia técnica pública en todos sus provincias, con alrededor de 15.000 extensionistas repartidos en 5.500 municipios. Entre los servicios que se ofrecen están la orientación en la planificación productiva, la capacitación en comercialización, contenidos sobre economía doméstica, métodos para acceder a las políticas estatales de compras públicas, como el PNAE, recomendaciones sobre buenas prácticas agrícolas, así como apoyo para la formalización y promoción del asociacionismo y el cooperativismo.
Mariana evalúa que la asistencia técnica ha sido fundamental para el desarrollo porque lleva las políticas públicas al campo y fomenta las mejores prácticas productivas, estimulando el mercado interno y aumentando los ingresos de las familias. “Es un servicio que mejora la calidad de vida de la agricultura familiar, elevando la productividad con la introducción de tecnologías y fortaleciendo toda la cadena”.
Acuerdos de Cooperación Técnica
Fundada en 1990, Asbraer tiene desde 2009 un acuerdo de cooperación técnica con la Agencia Brasileña de Cooperación (ABC) del Ministerio de Relaciones Exteriores para la cooperación internacional. Desde entonces se han promovido intercambios de conocimiento con al menos 15 países de América Latina, el Caribe y África. “El país que quiera conocer mejor el trabajo de Asbraer debe comunicarse con ABC/MRE y formalizar la solicitud de cooperación”, explica Mariana.
También señala que el diálogo interinstitucional, como ocurre en la cooperación internacional en alianza con la ABC, las Naciones Unidas y los gobiernos, fortalece a todos los involucrados, brindando herramientas y contacto con conocimientos que antes no se tenían. “Todo ello para que, al final, los agricultores estén en contacto con lo mejor y lo más nuevo”.
“Estas alianzas aportan mucho en conocimiento no solo para los países, sino también para nuestros trabajadores de extensión y para los agricultores familiares. Es un trabajo fundamental. Observamos no solo experiencias en el área técnica, sino innovaciones en la regulación, en los marcos normativos y en las metodologías de trabajo que podemos implementar aquí”.
Retos y recomendaciones
Como desafíos, Mariana cita la necesidad de que los agricultores familiares obtengan los sellos necesarios para ofrecer proteínas en la alimentación escolar en Brasil, una dificultad reportada por varios socios en diferentes regiones. La formación de extensionistas en todas las etapas de los procesos productivos y de contratación pública también es un tema recurrente.
“Esto es para que los agricultores estén siempre bien informados, tengan el mejor manejo de la información posible, entiendan lo que puede estar a su alcance, para que se valoricen los productos regionales y las vocaciones agrícolas de cada localidad”.
Como recomendaciones defiende el intercambio de conocimiento interno, diciendo que es necesario fomentar el diálogo entre diferentes provincias para que sea posible conocer las mejores prácticas y replicarlas. Mariana también refuerza que la alianza entre la alimentación escolar y la asistencia técnica tiene el potencial de transformar las economías locales y la vida de las personas.
El primer paso del país, provincia o ciudad es analizar la estructura de mercado, las leyes y los marcos regulatorios disponibles. “Las compras públicas generan ganancias para todos los involucrados, como los estudiantes y escuelas, pero principalmente para los agricultores familiares, quienes tendrán un mercado seguro para sus productos”.
