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Países del Caribe participan de curso sobre programas de alimentación escolar en la República Dominicana 

La actividad fortaleció las capacidades de gestores y técnicos y promovió el intercambio de experiencias entre países.

Paulo Beraldo y Palova Brito

Santo Domingo, 20 de marzo del 2023 – El proyecto Consolidación de Programas de Alimentación Escolar en América Latina y el Caribe llevó a cabo la segunda fase del curso Programas de Alimentación Escolar y Educación Alimentaria y Nutricional, en una misión a la República Dominicana. Participaron de la capacitación representantes de Belice, Bahamas, Guyana, Jamaica, Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas y Trinidad y Tobago. 

La acción se realizó entre 13 y 17 de marzo y fue desarrollada en el marco del Programa de Cooperación Internacional Brasil-FAO, ejecutado de manera conjunta por la Agencia Brasileña de Cooperación del Ministerio de Relaciones Exteriores (ABC/MRE), el Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación de MInisterio de Educación (FNDE/MEC) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

La primera fase del curso se llevó a cabo por medio de clases durante el año del 2020. La segunda fase realizada de manera presencial en República Dominicana, permitió abordar temas como: la importancia del servicio universal para los estudiantes matriculados en escuelas públicas; la adquisición de alimentos producidos local y preferiblemente por los agricultores familiares; la inclusión de acciones de educación alimentaria y nutricional en el proceso de enseñanza y aprendizaje; además de destacar la importancia de las buenas prácticas en la manipulación de alimentos. 

Para la facilitadora del curso, Gabriela Ayon Chang, la actividad presencial fue un espacio de aprendizaje teórico y vivencial, además de haber promovido un encuentro entre los países caribeños que están trabajando con la política de alimentación escolar. “Poder compartir buenas experiencias y pensar en soluciones conjuntas fue enriquecedor para todos los participantes y permitió crear lazos profesionales beneficiosos para seguir con este trabajo”, señaló. 

A lo largo de la semana, los participantes también fueron a campo y visitaron los centros educativos La Hora de Dios, en Santo Domingo Oeste, y Mata Limón, en Monte Plata. El objetivo fue posibilitar el contacto con el proceso de implementación del programa de alimentación escolar en el país, además de conocer la realidad y los desafíos de la agricultura familiar local, por medio de la visita a Villa Poppy Cooperativa, una asociación de productores y productoras de la ciudad de Constanza. 

Estrategia conjunta

Durante el curso, también se realizó la etapa de conclusión de la Estrategia Conjunta para el Fortalecimiento de los Programas de Alimentación Escolar Sostenible (PAES) en América Latina y el Caribe (ALC) – ambiente seguro durante y post pandemia, un curso de corta duración sobre manejo de alimentos y temas de seguridad alimentaria. 

La analista de proyectos de la ABC/MRE, Paola Barbieri, explicó que la estrategia fue impulsada por los programas de cooperación Sur-Sur Trilateral Brasil-FAO y Brasil-PNUD, donde se apoyaron 11 países: El Salvador, Guatemala, Honduras, Paraguay, Perú, República Dominicana, Belice, Granada, Guyana, San Vicente y las Granadinas y Santa Lucía.

La Estrategia se dividió en dos fases. La primera, trató de la gestión y provisión de aproximadamente 600 kits a 11 países de la región. La segunda fase fue la capacitación de técnicos nacionales en seguridad, higiene, infraestructura, manipulación y calidad de la preparación de los alimentos.

Deborah Bosco, coordinadora de seguridad alimentaria y nutricional del FNDE, presentó las buenas prácticas en la manipulación de alimentos en la escuela y la importancia de la adecuada infraestructura para ofrecer comida de la mejor calidad para los estudiantes. Su presentación tuvo como enfoque el modelo brasileño, destacando conceptos básicos de limpieza, separación, cocción y conservación de los alimentos. La coordinadora aseguró el compromiso de la institución brasileña con el fortalecimiento de la política de alimentación de los países de la región.

Lecciones aprendidas

Para Nicole France, nutricionista jefe del Ministerio de la Salud, Bienestar y Medio Ambiente de San Vicente y las Granadinas, la importancia de la educación alimentaria y nutricional fue la principal lección aprendida. “Es importante que estudiantes, maestros, cocineros, directores, agricultores vean cómo la educación nutricional es importante para la vida y el futuro de los niñas y niños. Todos deben saber sobre nutrición”. 

Desde Guyana, Mahendra Phaghwah, coordinador del programa nacional de desayuno del Ministerio de Educación, destacó la importancia de “ver el impacto de la alimentación escolar en la práctica, dialogando con estudiantes y agricultores familiares”, y subrayó: “La alimentación escolar no discrimina y no es un programa de vulnerabilidad. Es para todos y todas”. 

Para Latoya Smith, coordinadora de alimentación escolar de la FAO en Trinidad y Tobago, lo que más le llamó la atención fue ver en campo la implementación de comités de seguridad alimentaria y alimentación escolar con la participación de estudiantes y familias. “Ví aquí un futuro posible de tener a las personas de la comunidad siendo parte del proceso dentro de las escuelas. Es algo que podemos llevar e implementar”. 

Para Bertland Bates, del Ministerio de Agricultura de Jamaica, la experiencia de involucrar la agricultura familiar en la alimentación escolar y la infraestructura de las escuelas para ofrecer alimentos fueron los dos temas más destacables. “El involucramiento de la comunidad, de los productores y productoras, de los maestros, de las familias, es fundamental para el suceso de la alimentación escolar en cualquier país”, agregó Yolanda Gongora, directora de educación del Ministerio de Educación de Belice.

La coordinadora del proyecto de alimentación escolar de la Cooperación Internacional Brasil-FAO, Najla Veloso, evaluó que la misión promovió un espacio de diálogo e intercambio entre los países de Caribe. “Fue una ocasión para llamar a los países hermanos a pensar juntos cómo podemos construir un continente y un mundo mejor, donde todos los estudiantes coman, aprendan y mejoren sus condiciones de salud, moviendo la cadena alimentaria regional con la agricultura familiar.»