Hoy, 13 de marzo, celebramos el Día de la Alimentación Escolar. Una oportunidad para reflexionar sobre cómo las políticas públicas pueden cambiar vidas.
La alimentación escolar ayuda a transformar los sistemas agroalimentarios, reducir la pobreza, la malnutrición. También mejora la educación y la salud de los estudiantes.
El informe Panorama Regional de la Seguridad Alimentaria y Nutricional de 2025 reveló que la inseguridad alimentaria moderada o grave afecta a 28,2% de la población de América Latina y el Caribe.
Ampliar la cantidad y mejorar la calidad son los dos grandes retos de la región. Desde el 2009, la FAO, el Gobierno de Brasil a través de su programa de cooperación y varios países de la región trabajan juntos para fortalecer los programas de alimentación escolar.

Por medio de la Red de Alimentación Escolar Sostenible (RAES) fortalecemos capacidades, intercambiamos experiencias, generamos conocimiento y entregamos evidencias para empoderar decisiones nacionales.
Hoy, 17 países son miembros de esta Red.
Para seguir avanzando la Red propone garantizar:
- Financiación sostenible.
- Universalidad de la cobertura estudiantil.
- Gobernanza participativa.
- Menús saludables y educación alimentaria y nutricional.
- Compras públicas a la agricultura familiar y Infraestructura escolar adecuada.
Hasta el momento, seis países de la región aprobaron leyes de alimentación escolar, y tres más están en proceso.
En el Día de la Alimentación Escolar, reafirmamos el compromiso regional de trabajar para que todos los estudiantes latinoamericanos y caribeños tengan derecho a una alimentación adecuada y saludable.
Porque cada plato servido hoy en la escuela es una inversión en un futuro con más salud, mejor educación y desarrollo social para esta y las próximas generaciones.