En conversación con la plataforma RAES, Solange Fernandes, nutricionista y coordinadora del Programa Nacional de Alimentación Escolar (PNAE) de Brasil, comenta la importancia de las guías como instrumentos de orientación para políticas públicas
Paulo Beraldo
Las Guías Alimentarias Basadas en Sistemas Alimentarios (GABSA) pueden ser herramientas inductoras para la planificación y elaboración de políticas públicas de alimentación y nutrición en los países, evalúa Solange Fernandes, nutricionista y coordinadora del Programa Nacional de Alimentación Escolar (PNAE) de Brasil.
En entrevista con la plataforma Red de Alimentación Escolar Sostenible (RAES), Solange comenta que el uso de guías es importante para apoyar la definición de lineamientos de los programas de alimentación escolar, ya que reflejan la realidad local y fomentan el consumo de alimentos saludables. “Regular el Programa de Alimentación Escolar a partir de las Guías Alimentarias confiere legitimidad y coherencia con las recomendaciones de los órganos con mandato sanitario en los países”, señala. A continuación, la entrevista completa con la experta.
Ante el escenario mundial de enfrentar indicadores de malnutrición en todas sus formas, ¿por qué son importantes las guías alimentarias nacionales?
La guía alimentaria es una importante herramienta de orientación para las políticas y programas nacionales de alimentación y nutrición en el país. A partir de estos lineamientos se pueden desarrollar acciones intersectoriales para promover la salud y garantizar una nutrición adecuada y saludable.
Ante el escenario mundial de la malnutrición, las guías son también instrumentos de orientación para acciones de Educación Alimentaria y Nutricional capaces de ayudar a los profesionales en salud, gestores, individuos y la comunidad, y deben, por tanto, ser documentos accesibles y de fácil comprensión. Por estar compuestas por un conjunto de información y recomendaciones oficiales sobre pautas alimentarias y nutricionales, también orientan a los programas de alimentación escolar sostenibles.
En el mismo escenario, ¿de qué manera agrega valor ofrecer una alimentación sana y equilibrada en la escuela?
Inicialmente, cabe señalar que las reglas del Programa Nacional de Alimentación Escolar de Brasil están en línea con los principales documentos oficiales del Ministerio de Salud, el organismo que define la Política Nacional de Alimentación y Nutrición (PNAN) en Brasil, especialmente la Guía Alimentaria para la Población Brasileña (2014) y la Guía Alimentaria para niños brasileños menores de 2 años (2019).
La elaboración de las guías se basó en varios estudios que demostraron el impacto negativo del consumo de alimentos ultraprocesados y la asociación entre el consumo de alimentos ultraprocesados y el aumento de las tasas de obesidad. Ante ello, en 2020 se actualizó la normativa que rige el PNAE, con el objetivo de adecuar las normas del Programa a las recomendaciones más actualizadas del Ministerio de Salud.
Así, en la actualidad, al menos el 75% de los recursos del PNAE deben invertirse en la adquisición de alimentos frescos o mínimamente procesados, además de incrementar el abastecimiento semanal obligatorio de frutas y verduras frescas. También se amplió la lista de alimentos que no se pueden comprar con fondos federales, con el objetivo de limitar la presencia de alimentos ultraprocesados de bajo valor nutricional, con el objetivo de prevenir la obesidad, promover la salud y construir hábitos alimentarios más saludables.
En la misma línea, las recomendaciones para la promoción de la lactancia materna y los alimentos complementarios saludables, mencionadas en la guía para niños menores de 2 años, se incluyen en la normativa del PNAE, con el objetivo de promover la salud, el crecimiento y el desarrollo para que los niños puedan alcanzar todo su potencial.
Tomando como referencia que en la región LAC muchos países ya han elaborado colectivamente guías alimentarias nacionales y también implementan programas de AE, nos gustaría su comentario sobre: ¿qué relación se puede establecer entre estas guías y los PAE de cada país?
Las guías alimentarias sirven como referencia y poderoso inductor para la planificación y elaboración de políticas públicas de alimentación y nutrición. Así, su uso es fundamental para apoyar la definición de los lineamientos que rigen el PAE, ya que reflejan la realidad epidemiológica de su población y fomentan el consumo de alimentos saludables dentro de la realidad de cada país. Regular los PAES con base en las Guías Alimentarias confiere legitimidad y coherencia con las recomendaciones de los órganos con mandato en salud en los países.
A partir de los lineamientos alimentarios oficiales del país, es posible desarrollar políticas públicas con base en la realidad local, teniendo en cuenta el conjunto de acciones necesarias para implementar acciones de educación alimentaria y nutricional, con el objetivo de promover la Seguridad Alimentaria y Nutricional, el Derecho Humano a la Alimentación Adecuada, la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles, la desnutrición infantil y la construcción de hábitos alimentarios saludables.
Específicamente en el caso brasileño, las Guías Alimentarias sirvieron como documentos orientadores para definir las reglas de compra y oferta de alimentos del PNAE y para alinear el Programa con la Política Nacional de Alimentación y Nutrición, especialmente en la directriz para la promoción de una alimentación adecuada y saludable.
Considerando la relevancia de las guías nacionales mencionadas anteriormente, como coordinadora general del PNAE Brasil y como nutricionista, ¿qué recomendaría para nuestra región, especialmente en lo que se refiere a la planificación, definición, elaboración y compra de productos para los menús escolares?
La experiencia brasileña del PNAE demuestra la importancia de alinear y actualizar las normas de los PAE con las recomendaciones de promoción de la salud de los órganos con mandato en salud en el país. Por lo tanto, se sugiere que la legislación del PAE se desarrolle con base en las directrices nutricionales oficiales del país.
En cuanto a los menús escolares, es importante destacar su importancia en la estrategia de apoyo e incentivo a la promoción de la salud y la alimentación adecuada y saludable en las escuelas. A partir del menú se elabora la agenda de compras, siendo fundamental, en esta etapa, que el nutricionista conozca la producción de la agricultura familiar local e incorpore estos alimentos, generando la demanda de producción.
Así, el nutricionista debe estar alineado con todo el proceso, para que se elaboren menús que brinden una alimentación adecuada, sana y segura desde el punto de vista de la salud y que satisfagan las necesidades nutricionales de los estudiantes durante su estancia en la escuela.
Con la lógica de una alimentación adecuada y saludable, se sugiere priorizar los alimentos naturales y mínimamente procesados, evitando la oferta de productos ultraprocesados. Hay que tener en cuenta no sólo los nutrientes y alimentos, sino la combinación entre ellos, observando la cultura y hábitos alimentarios de la región.
Para concluir, en pocas palabras, ¿qué influencia deben tener las guías alimentarias que promuevan la alimentación saludable a nivel nacional en los programas de alimentación escolar?
El PAE es una política pública para garantizar el Derecho a la Alimentación Adecuada y la Seguridad Alimentaria y Nutricional. Por lo tanto, debe apuntar a la construcción de hábitos alimentarios y autonomía. Para ello, es fundamental que los PAE se basen en evidencia científica, en las condiciones de salud de la población y en los hábitos alimentarios locales.
Así, las guías alimentarias son documentos nacionales esenciales para apoyar la elaboración de los PAES, ayudando en la elaboración de normas, en la práctica diaria de los profesionales de la salud que actúan con la alimentación escolar y en la implementación de la promoción de una alimentación adecuada y saludable en las escuelas.
Para conocer más sobre las guías, acceda este enlace de la FAO sobre el tema: