Jóvenes colombianos concluyen capacitación como agentes de cambio para el derecho a la alimentación y la cultura alimentaria

Con el objetivo de reflexionar y actuar en sus comunidades como promotores de una cultura alimentación adecuada, 71 jóvenes fortalecen capacidades en curso virtual; conozca el video del curso y su plataforma de contenidos.

Paulo Beraldo y Palova Brito

14 de abril de 2025, Bogotá, Colombia – El pasado 10 de abril concluyó con éxito el curso “Alimentación Escolar como estrategia para la realización progresiva del Derecho Humano a la Alimentación Adecuada: jóvenes agentes de cambio”, que capacitó a 71 jóvenes provenientes de más de 20 departamentos de Colombia.

La iniciativa fue impulsada de manera conjunta por la oficina de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Colombia, el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes de Colombia y la Red de Alimentación Escolar Sostenible (RAES). 

El objetivo del curso fue fortalecer las competencias de los jóvenes para reflexionar y actuar en sus comunidades como verdaderos agentes de cambio, promoviendo una cultura alimentaria como una estrategia hacia el derecho humano a la alimentación adecuada (DHAA). Al final, los jóvenes desarrollaron un proyecto con propuestas para mejorar la cultura alimentaria en sus entornos locales.

La Red RAES es una iniciativa de cooperación Sur-Sur implementada conjuntamente por la Agencia Brasileña de Cooperación del Ministerio de Relaciones Exteriores (ABC/MRE) y el  Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación (FNDE/MEC), con la secretaría ejecutiva de la FAO.

Según Laura Arévalo, especialista de la FAO en Colombia, el curso partió de la premisa de que la cultura alimentaria es fundamental en la historia de un país y está vinculada al derecho a una alimentación saludable y sostenible, en armonía con la cultura y el medio ambiente. Además, consideró la importancia de fomentar el liderazgo en sus comunidades. “Enfocarnos en los jóvenes es importante porque ellos tienen un papel clave como agentes de cambio para proteger y difundir la cultura alimentaria, apoyando a productores locales, aprendiendo recetas tradicionales y siendo más conscientes de lo que consumen”.

“Es un sueño cumplido haber cerrado este curso que nos permite un aprendizaje mutuo para la FAO, el Ministerio y los jóvenes vinculados en este proceso. Con ello, ratificamos la importancia de esa política, el conocimiento y la salvaguardia de las cocinas tradicionales en Colombia. Esperamos que ese proceso siga y que esa semilla siga dando frutos”, comentó Ruth Florez, Coordinadora Grupo de Patrimonio Cultural Inmaterial, Dirección de Patrimonio y Memoria del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes.

Michela Espinosa, especialista senior en alimentación y lucha contra la malnutrición en FAO Colombia, también subrayó la relevancia de haber enfocado el curso en niños, niñas y adolescentes. Asimismo, agradeció a las instituciones, a los maestros, a las familias y a los 71 participantes por el “importante rol que cumplen en el derecho a la alimentación y en la soberanía alimentaria”. 

Najla Veloso, secretaria ejecutiva de la Red RAES, expresó su entusiasmo al ver los resultados: “Desde la Cooperación Internacional Brasil-FAO, con Colombia y otros países de América Latina y el Caribe, queremos ver más acciones como esta. Promover el derecho humano a la alimentación adecuada no es solo hablar de comida saludable, es comprender su verdadero significado.”

Según Najla Veloso, acciones como este curso permiten que los jóvenes cambien sus propios hábitos e impacten positivamente en sus familias y en las futuras generaciones. “Este trabajo es un ejemplo de lo que el mundo espera hoy en términos de nutrición, salud y cultura”. 

El curso

El curso “Alimentación Escolar como estrategia para la realización progresiva del Derecho Humano a la Alimentación Adecuada: jóvenes agentes de cambio” se desarrolló en cuatro sesiones temáticas centradas en el Derecho Humano a la Alimentación Adecuada (DHAA). La primera sesión abordó los fundamentos del enfoque de derechos humanos y los aspectos conceptuales del DHAA, subrayando su importancia en el contexto actual. También se exploraron las conexiones entre el derecho a la alimentación, la cultura alimentaria y el rol de diversos actores en su promoción y defensa.

Otro eje de formación fue la participación comunitaria, analizando cómo cada persona puede convertirse en agente de cambio dentro de su entorno. Se destacó el valor de la cultura y la memoria alimentaria, reconociendo prácticas tradicionales y saberes locales, así como el reconocimiento de quienes hacen posible la alimentación desde el cuidado alimentario. La sesión final se enfocó en los ambientes alimentarios y la educación alimentaria y nutricional, presentando estrategias concretas para incidir en la transformación de realidades locales desde la formación y el conocimiento.

El curso tuvo una duración de seis semanas, con una carga total de 30 horas distribuidas en clases sincrónicas semanales (1 hora y 30 minutos), actividades asincrónicas (2 horas semanales) y el desarrollo de un proyecto final (10 horas).

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