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Municipios sin desperdicio – “Experiencias de buenas prácticas para la producción y consumo de alimentos más sostenible en municipios y gobiernos locales”

Antecedentes
La reducción de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos (PDA) forma parte de la Agenda 2030 que comprende los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), específicamente la meta 12.3. Se trata de un desafío global que a su vez tiene soluciones muy locales. Por eso, junto a los esfuerzos de nivel nacional, cada localidad tiene un gran potencial para generar intervenciones de política y arribar a soluciones integrales con triple impacto (económico, ambiental y social) positivo para su comunidad. 

Siendo el Plan Argentina Contra el Hambre (PACH) una de las políticas priorizadas en un escenario de crisis alimentaria preexistente, profundizada por el COVID19, muchos esfuerzos están centrados en mejorar la seguridad alimentaria. En ese sentido, la prevención y la reducción de las PDA resulta un elemento clave para potenciar el desarrollo económico, la nutrición y la sostenibilidad ambiental. 

Actividades desarrolladas

Apoyo a estrategias locales de prevención y/o reducción de PDA a fin de contribuir con sistemas de producción, comercialización y consumo eficientes y sostenibles, con foco en la seguridad alimentaria y el cuidado del ambiente con beneficios para toda la comunidad. El trabajo conjunto abarca 11 municipios con características muy diferentes, distribuidos en 6 provincias del territorio argentino, permitiendo abordar la misma problemática en escenarios muy distintos. 

Metodología aplicada 

Se promovió la vinculación y coordinación entre las organizaciones que integran la comunidad local y entre los municipios y provincias para acelerar procesos de diseño e implementación de políticas alimentarias de acuerdo a las características y necesidades de cada localidad, contemplando la factibilidad económica, productiva, social y ambiental. Cada municipio definió los sectores prioritarios para su abordaje en relación con las actividades económicas y productivas de la localidad.

Se realizó el acompañamiento y soporte a través de una consultoría específica por un lapso de 3 meses y se utilizó como modelo la Guía Integral para Municipios que contempla soluciones tecnológicas, financieras, normativas o de procesos que contribuyen desde la reducción, el recupero, el reciclado, o la disposición final de alimentos, en línea con los enfoques de economía circular.

En el abordaje de la misma problemática, aún en un universo de localidades muy heterogéneos, hubieron numerosas similitudes en los sectores priorizados poniendo de manifiesto la importancia de éstos para el sistema alimentario y para la comunidad (por ejemplo: mercados y ferias) y algunas estrategias planteadas como puntos en común.

Se han elegido algunos grupos prioritarios, como: 

  • Mercados / Ferias Francas – Foco en medición, capacitación, separación de residuos, gobernanza. 
  • Turismo y Gastronomía – Foco en comunicación, concientización, gobernanza. 
  • Barrios cerrados – Foco en concientización, separación de residuos, compostaje. 
  • Cadenas productivas – Foco en comunicación, concientización, capacitación, asociativismo, gobernanza, educación

Instituciones involucradas  

Este proyecto, que se desarrolló en el marco del Programa de cooperación técnica «Apoyo al fortalecimiento del plan nacional de reducción de pérdidas y desperdicios de alimentos (PDA) en Argentina» otorgado por la FAO al gobierno argentino, contó con una consultoría para el diseño de estrategias municipales de producción y consumo responsable y la elaboración de planes de implementación para 11 municipios ubicados en 6 provincias de Argentina. 

Fueron los municipios de Berazategui, Morón, Río Cuarto, Villa María, Apóstoles, Posadas, Aluminé, Villa Pehuenia Moquehue, Villa Regina, Simoca y Tafí Viejo. 

Descripción de los beneficiarios – datos cualitativos y cuantitativos

Elaboración de planes de implementación para 11 municipios ubicados en 6 provincias de Argentina.

Resultados alcanzados 
En cada municipio, las acciones se organizaron, en el año de 2021, bajo el contexto de la pandemia de covid-19, según las siguientes etapas: 

  • Priorización de los sectores o ámbitos a través de los cuales se abordaría esta problemática. 
  • Realización de un diagnóstico
  • Diseño de un plan estratégico

Se trabajaron con localidades de características heterogéneas, buscando de esta manera tener una diversidad de pilotos que facilite su réplica en distintas situaciones. Sin embargo, es interesante destacar que varios municipios priorizaron el trabajo sobre los mismos sectores, estos son: i) las ferias y ii) los mercados mayoristas de alimentos. En los casos donde los sectores priorizados no coincidían, encontraron igualmente puntos en común, oportunidades de mejora compartidas y desafíos y limitantes comunes, sobre todo para la implementación, lo cual facilitó los intercambios y trabajo colaborativo. 

La experiencia ha sido exitosa, dando como resultado final 11 diagnósticos y sus correspondientes planes estratégicos para la política alimentaria urbana con punto de entrada por las PDA, cada uno pensado a medida para el sector priorizado por el municipio que integró este componente. Incluso, se logró avanzar en la implementación de algunas de las estrategias propuestas. 

Fue un trabajo a medida, pero que a la vez se hizo replicable, ya que permitió que municipios con características similares a los casos planteados y el gobierno nacional tomarán como referencia esta experiencia para la creación del Programa federal de municipios. 

Este trabajo se sistematizó bajo la publicación de “Experiencias de buenas prácticas para la producción y consumo de alimentos más sostenible en municipios y gobiernos locales”: 03092021_Guias_PDA Municipios sin desperdicio.pdf (magyp.gob.ar)

Desafíos

Se han sorteado diversas limitaciones y dificultades del propio y complejo contexto de la pandemia, en el que se llevaron a cabo las experiencias bajo modalidad de teletrabajo, así como también el corto periodo de tiempo de duración del componente y dentro del periodo del receso estival, lo que refleja no solo el fuerte compromiso de cada uno de los municipios participantes, sino también la necesidad de este abordaje que vino a ser parte de la solución a la situación actual. 

Además, se considera como desafío para la sostenibilidad del programa, conseguir los fondos necesarios para las contrataciones mínimas de personal responsable para coordinar la ejecución del programa. 

Entre las dificultades se destacan las siguientes: 

  • Falta de personal afectado exclusivamente a esta iniciativa municipal cuyo desarrollo está proyectado a largo plazo.
  • Obtener los recursos humanos y económicos suficientes para la continuidad de las acciones. 
  • Falta de una persona para hacerse cargo de la campaña de comunicación. 
  • Delicada situación económica para gestionar recursos. 
  • Equipamiento insuficiente como para aumentar la recepción de residuos compostables en el CIAT. 
  • Promover la sensibilización y la toma de conciencia en la comunidad. 
  • Cuantificar y generar indicadores confiables en el tiempo. 
  • Lograr que el enfoque integral se concrete. Focalizar en las “Alianzas”.