Artículo: Las escuelas son esenciales para el cambio transformador de los sistemas alimentarios

Renata Clarke*

«No puedo olvidar una experiencia que me asombró durante mi visita a San Vicente y las Granadinas este año…. Los niños que tiraban las verduras al principio del curso escolar se quedaban mirando la lechuga y otras verduras como si fueran el mejor alimento que podían comer. Esto es lo que ocurre cuando involucramos a los jóvenes con acciones de educación alimentaria y nutricional. Conseguimos mejores ciudadanos para la vida». 

Y, en este momento, hay una optimista en nuestra subregión en torno a los programas de alimentación escolar y su potencial. Una perspectiva sobre la participación de las niñas y los niños en la nutrición y los alimentos cultivados localmente, sobre las actividades en torno a la agricultura, y lo que puede hacer en los sistemas alimentarios, permitiendo la apreciación de los alimentos saludables y el consumo responsable. Estoy segura de que todos podemos formar parte de ese cambio transformador que impulsa un futuro sostenible con nuestros más jóvenes al frente. 

Por ello, debemos facilitar foros y espacios de discusión, reflexión, aprendizaje e intercambio para apoyar el fortalecimiento de los programas de alimentación escolar en el Caribe. Es de particular importancia discutir la educación nutricional escolar, las directrices y las normas de nutrición, ya que los países de la región del Caribe se esfuerzan por superar los impactos de la COVID-19 y el reciente conflicto entre Rusia y Ucrania. 

Este escenario se suma al complicado panorama nutricional de la subregión comúnmente caracterizado, por el alto costo de las dietas saludables, los malos hábitos alimenticios, la alta prevalencia de sobrepeso y obesidad, y las deficiencias de micronutrientes, entre otros.

Es por ello que, entre finales de este año (2022) y principios de 2023, nuestra oficina está organizando una serie de sesiones, resultado de nuestra colaboración con el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (SNDIF) del gobierno de México, a través de la Iniciativa México-CARICOM-FAO: «Cooperación para la adaptación y resiliencia al cambio climático en el Caribe»; y la Cooperación Técnica Brasil-FAO: «Consolidación de los Programas de Alimentación Escolar en América Latina y el Caribe».

Tenemos la idea de que los programas de alimentación escolar pueden y deben contribuir a afrontar estos retos. Nuestro objetivo debe ser fortalecer y reenfocar los programas de alimentación escolar del Caribe en programas que puedan cambiar los hábitos alimentarios, ofrecer alimentos saludables y nutritivos adquiridos de los agricultores locales y fomentar la colaboración con el sector privado e impulsar la coordinación intersectorial e interinstitucional.

No hay que olvidar que la Política Regional de Seguridad Alimentaria y Nutricional del Caribe de 2010 apoya en sus acciones los programas de alimentación escolar y propone específicamente «promover programas de alimentación escolar que se basen en directrices dietéticas apropiadas y que utilicen alimentos locales… con un contenido de alimentos regionales de al menos el 50%».

Esperamos que las sesiones de intercambio ofrezcan la oportunidad de adquirir conocimientos vitales sobre herramientas metodológicas, experiencias y prácticas que puedan aportar cambios transformadores a nuestros programas nacionales de alimentación escolar en la subregión.

Coordinadora subregional de la FAO para el Caribe