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Expertos destacan la necesidad de coordinación, flexibilidad, agilidad y adaptación para garantizar alimentos en distintas modalidades educativas

Flexibilidad, coordinación, agilidad y resiliencia son esenciales para garantizar el suministro de alimentos a los estudiantes.

Brasília, 20 de septiembre de 2021 – Flexibilidad, coordinación, agilidad y resiliencia son esenciales para garantizar el suministro de alimentos a los estudiantes. Esas fueron algunas de las conclusiones de los panelistas del seminario internacional sobre alimentación escolar en distintas modalidades educativas, llevado a cabo por el proyecto de alimentación escolar de la Cooperación Internacional Brasil-FAO el día 16 de septiembre. Los gestores de los programas de alimentación escolar de Brasil, Colombia, Paraguay y Santa Lucía compartieron sus experiencias que evidenciaron la importancia de adaptar las políticas y de las responsabilidades compartidas entre los gobiernos locales, provinciales y nacionales. La actividad fue transmitida por redes sociales y contó con más de 1.200 visualizaciones.

El webinar ‘Desafíos actuales de la alimentación escolar: Posibilidades de implementación en distintas modalidades educativas’ fue organizado por el proyecto Consolidación de Programas de Alimentación Escolar en América Latina y el Caribe, ejecutado en el marco del Programa Cooperación Internacional Brasil-FAO por medio del Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación (FNDE/MEC), la Agencia Brasileña de Cooperación (ABC/MRE) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). El evento virtual integra las iniciativas promovidas en el marco de la Red de Alimentación Escolar Sostenible (RAES), creada por el Gobierno de Brasil en el 2018 para fortalecer y consolidar los programas de alimentación escolar a través del desarrollo de capacidades, intercambio de experiencias y difusión de materiales e informaciones.

Brasil: regreso hibrido y protocolos sanitarios

Karine Santos, coordinadora del Programa Nacional de Alimentación Escolar (PNAE), ejecutado por el FNDE, destacó la flexibilización de los días lectivos y de la carga horaria en Brasil para implementar clases a distancia y presenciales. En el país, las escuelas públicas están en modalidad híbrida y el Estado ha garantizado la oferta y la distribución de los géneros alimenticios. Santos habló de medidas como la implementación de protocolos de regreso, la compra de equipamientos para el entorno escolar y la higienización de los espacios. «Tenemos que ser ágiles en la decisión y adaptación de las políticas», dijo, resaltando la importancia de la articulación interinstitucional y de las responsabilidades compartidas entre actores locales, provinciales y estatales. «Es un trabajo de muchas manos», agregó.  

Colombia: retos para el regreso a las clases

Juan Carlos Martínez Martín, Director General de la Unidad Administrativa Especial de Alimentación Escolar de Colombia, explicó que el país organizó kits de alimentos no perecederos para enviar a las casas de los estudiantes. Se mantuvo el mismo valor pago a las comidas ofrecidas en las escuelas y se buscó garantizar aporte nutricional similar. Para Martínez, los retos fueron la desinformación y el miedo en muchos sectores de la sociedad en el momento de regreso, ya que hubo discusiones sobre elegir entre ´salud o educación´. «El tema es cómo tener los dos conjugados. La gran lección aprendida fue la flexibilidad, entender que eso es apenas un momento y que tenemos de planificar siempre las etapas siguientes». 

Paraguay: entrega de kits de alimentos

Andrea Milena, Directora del Programa de Alimentación Escolar de Paraguay, dijo que el regreso de los estudiantes a las escuelas es gradual y optativo, con modalidades presencial, semipresencial y a distancia. Ella comentó que la alimentación escolar es entregada en kits con alimentos no perecederos y señaló la importancia de la coordinación con gobernaciones y municipalidades. Los kits también ayudaron a las familias con alimentación y muchos quieren que esta política perdure en el tiempo, sin embargo, Milena evalúa que otro organismo del Estado debe ofrecer este beneficio a los más vulnerables. La misma conclusión fue compartida por otros panelistas. 

Como reto, Milena señaló el aumento del número de estudiantes en la enseñanza pública. «Con la gran cantidad de pobreza en el país por el cierre de empresas y negocios, muchas personas quedaron sin trabajo, por lo que hay muchos estudiantes que han migrado de la gestión privada para instituciones públicas. Eso significa mayores inversiones en términos de educación y más dinero para la alimentación escolar». 

Brasil y Santa Lucía: continuidad de las compras a la agricultura familiar

Meriam Henville, representante del Programa de Alimentación Escolar de Santa Lucía, en Caribe, contó que el país pasó a ofrecer paquetes de alimentos a las familias de los beneficiarios durante el cierre de las escuelas. Como reto, dijo que los alimentos no perduraban en casa y fue necesaria una reorganización. El país implementó medidas para seguir comprando de pequeños productores, reclutó más cocineros y profesionales, así como adoptó nuevas modalidades de pago a los agricultores. Henville agregó que la pandemia mostró el rol crítico que el programa de alimentación escolar tiene en la región y señaló la importancia de los huertos escolares.»Los estudiantes son muy adaptables y pudieron mantener los protocolos». Henville también destacó que los gobiernos deben apoyar e incentivar a los productores locales para disminuir los gastos con importaciones de alimentos. Ahora, las clases volvieron a la modalidad presencial.  

La técnica del FNDE, Maria Sineide Neres, comentó de los esfuerzos de los municipios brasileños para seguir ofreciendo alimentación de calidad. «Nos queda muy claro que muchos municipios cuentan con una buena gestión y han logrado atender a los estudiantes con productos frescos y saludables, comprados de la agricultura familiar, superando muchos de los desafíos impuestos por la pandemia». 

Adaptación

Reina Osório, especialista en estrategias de EAN de la FAO El Salvador y moderadora del panel con Brasil, Colombia y Paraguay, destacó que el cambio de experiencias entre países es muy valioso «La articulación entre diferentes actores del gobierno es clave para poder dar soluciones efectivas». A su vez, Jean Fransen, oficial de seguridad alimentaria de la FAO en Caribe y moderador del panel de Santa Lucía y Brasil, señaló que la flexibilidad y adaptación fueron las palabras claves de las charlas de todos los invitados para poder proporcionar el derecho humano a la alimentación adecuada a todos los estudiantes. 

Najla Veloso, coordinadora del proyecto Consolidación de Programas de Alimentación Escolar en América Latina y el Caribe, resaltó que estos eventos empoderan a los gestores y les ayudan en la toma de decisiones en momentos desafiadores. «La alimentación escolar es reconocida como una política fundamental antes, durante y post pandemia. Los gestores reafirmaron que el derecho a la alimentación es primordial y que no podemos abrir mano de la presencialidad en la educación ni de la alimentación en la escuela», comentó. 

En el cierre del evento, Paola Barbieri, analista de proyectos de la ABC/MRE, destacó la participación de los presentes y de los panelistas, agregando que la institución espera seguir trabajando con los socios para fortalecer los programas de alimentación escolar en la región. «Independiente del momento en el que vivamos, el derecho humano a la alimentación es un derecho innegociable».